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¡Futuro! esto es lo que comeremos en el 2050

¡Futuro! esto es lo que comeremos en el 2050

Ingredientes como cacahuete de bambara, quinoa, fonio, kale, lentejas, frijoles marama, patatas dulces, espinaca y falsa banana pasarían a ser fundamentales en la dieta de la sociedad de acuerdo a estudios recientes.

Diferentes investigaciones de la actualidad han aportado datos que muestran lo urgente que está siendo para la sociedad, variar lo que compramos, cocinamos y comemos. Por ello, para el 2050, se prevé que la población aumentará a nueve mil millones de personas, que deberán ser alimentadas en un planeta de recursos limitados.

Para que lo mencionado sea posible, deben cambiar los tipos de alimentos que elegimos y las formas en que se cultivan y producen. El Informe Planeta Vivo 2020 de WWF demostró que la población disminuyó un 60% en vida silvestre a nivel mundial entre 1970 y 2014, y que el sistema alimentario es el primer impulsor de la pérdida de biodiversidad.

En comparación a las plantas, la producción de alimentos de origen animal es más intensiva con uso de agua y tierra. El 75% del suministro mundial de alimentos proviene de solo 12 especies de plantas y cinco de animales. Apenas tres alimentos: arroz, maíz y trigo, constituyen casi el 60% de las calorías provenientes de plantas en toda la dieta humana.

Cultivar los mismos alimentos repetidamente, mejor conocido como monocultivo, agota los nutrientes y deja el suelo vulnerable a las plagas y los patógenos, lo que a su vez genera necesidad de fertilizantes y pesticidas que, cuando se usan en exceso dañan la vida silvestre y afectan los sistemas de agua.

¿Hacia dónde va la alimentación?

En el ámbito mundial, los platos serán principalmente frutas, verduras y legumbres, mientras que la carne procederá de animales criados sin exposición a enfermedades. Los sistemas alimentarios circulares pasarán a ser la norma y los animales fertilizarán las tierras y utilizarán los escasos recursos de manera eficiente.

Todo apunta a que sustituir la carne por plantas y otros productos de origen animal es lo más positivo para las personas y el planeta en general. Con el 90% de las calorías provenientes de tan solo 15 cultivos, los expertos del Royal Botanic Gardens en Kew, Londres, siguen sumando ingredientes para preparar el menú que comeremos en 2050.

Diversificar los alimentos que ingerimos es una de las soluciones para aliviar el hambre, abordar la pérdida de biodiversidad y ayudar a adaptarse a la crisis climática, dice Sam Pirinon, investigador de Kew Gardens. “Sabemos que hay miles de plantas comestibles en todo el mundo que son consumidas por diferentes poblaciones, y aquí es donde podemos encontrar algunas de las soluciones para estos desafíos globales del futuro”, comenta la investigadora Marybel Soto Gómez.

De más de 7 mil plantas comestibles en todo el mundo, solo 417 se cultivan ampliamente y se utilizan como alimento.  Se estima que la dieta de más de 4 mil millones de personas depende de arroz, maíz y trigo, algo que pone en riesgo el sistema alimentario global porque se trata de un cambio cultural muy profundo.

En el futuro cercano, se cree que volveremos a empaquetar los alimentos con materiales sostenibles y naturales, como las cestas de mimbre o las hojas de banano, mientras que las algas tomarán la delantera en la nueva economía de bioplásticos.

Otra tendencia que se advierte es la de cocinar caldos microbianos para nutrir el suelo, potenciar el sabor y el componente nutricional de los alimentos. Dichos “caldos” ayudan a que prosperen una serie de gérmenes y hongos que favorecen la salud del suelo y, al unísono, controlan las plagas y enfermedades.

Atención que los insectos serán ingredientes y aunque siempre han sido consumidos por los humanos, se cree que en corto plazo tendrán un papel más preponderante en nuestras dietas.Estos, constituyen una fuente de proteína y, a diferencia de muchos otros animales, pueden cultivarse en grandes cantidades sin generar emisiones de gases de efecto invernadero.

Los nuevos ingredientes

Muchos de los alimentos del futuro se pueden cultivar en una variedad de entornos, ya que son altamente adaptables, y en un mundo donde las condiciones climáticas extremas son cada vez más comunes, esto es muy importante.

El frijol marama, por ejemplo, es originario del desierto de Kalahari en el sur de África. Debido a su resistencia a la sequía, actualmente se cultiva mucho en Estados Unidos y Australia. Los ingredientes por los que los investigadores están apostando son principalmente cacahuate de bambara, fonio, kale, lentejas, raíz de loto, quinoa, frijoles marama, patatas dulces, espinaca y falsa banana.

El cacahuete de Bambara tiene un sabor similar al del maní y es la tercera leguminosa que más se consume en África. Puede crecer en ambientes desafiantes, incluso en suelos muy ácidos. Es altamente nutritivo y se puede agregar a guisos, salteados y otros platos.

También está el fonio, que es un cereal silvestre y fácil de cultivar, resistente a la sequía y es uno de los granos de maduración más rápidos del mundo.  Cultivado en África occidental, el fonio tiene un delicado sabor a nuez y se puede usar como arroz, trigo y otros granos. Es libre de gluten y altamente nutritivo, contiene hierro, zinc y magnesio.

Kale es una planta verde frondosa y resistente. Su col rizada puede soportar temperaturas tan bajas como menos quince grados centígrados y el sabor depende del clima en el que se cultive y está lleno de vitaminas A, K y C, además de ser una buena fuente de manganeso y cobre.

Las lentejas provienen de la África Norte y Asia, con una huella de carbono 43 veces menor que la carne de res, ofreciendo una excelente fuente de proteínas, fibra y carbohidratos. La raíz de loto es muy resistente, puede crecer en la mayoría de los cuerpos de agua, y replantar sus propias semillas que pueden almacenarse y sobrevivir durante décadas por su alto contenido de Vitamina C.

Como se mencionó, los frijoles marama provienen del desierto de Kalahari en África y son resistentes a la sequía. Con un sabor similar al de los anacardos, se pueden comer hervidos, molidos en harina o como sustituto de la leche. Los nopales, son un cactus adaptable, fácil de sembrar y ampliamente cultivado en América Central, del Sur, África y Oriente Medio. La fruta, la flor, los cladodios y el aceite del cactus nopal son fuentes ricas de nutrientes.

La quinoa es una planta resistente que puede tolerar las heladas, las sequías y los vientos fuertes, crecer en diversos climas y con poca fertilización. Es, además, una proteína completa y contiene los nueve aminoácidos esenciales, sin gluten y con un equilibrio excepcional de proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Mientras las patatas dulces indonesias, llamadas también Cilembu, sonlos más buscadas por su único sabor dulce y su excelente valor nutricional, mientras que el tubérculo también es una fuente valiosa de vitaminas A, C, E y manganeso.

Las espinacas, popularizadas por el personaje de dibujos animados Popeye en la década de 1930, es nutritiva, de rápido crecimiento, y contiene vitaminas A, C y K, así como vitamina B, hierro, y otros minerales. Se adapta a climas más fríos. El pandano es un pequeño árbol que crece en las zonas costeras desde las islas del Pacífico hasta Filipinas. Las hojas se usan para dar sabor a platos dulces y salados en gran parte del sudeste asiático, mientras que la fruta, parecida a la piña, se puede comer cruda o cocida.

La variedad es notoria. El turno le corresponde a la falsa banana, o ensete, que es un pariente cercano de la banana, pero se consume solo en una parte de Etiopía.El fruto de la planta no es comestible, pero los tallos y las raíces, ricos en almidón, se fermentan para hacer pan. Los frijoles o legumbres, son baratos, ricos en proteínas y vitaminas B, y se adaptan a una amplia gama de entornos, desde las costas del océano hasta las laderas de las montañas. Hay 20 mil especies de leguminosas en el mundo, pero usamos solo un puñado. “Se cree que hay cientos en la naturaleza que aún son desconocidas para los científicos”, indica Helen Briggs, corresponsal de la BBC para medio ambiente.

Referencias:

Los 50 alimentos del futuro | WWF

Los alimentos del futuro: ¿qué comeremos en 2050? – BBC News Mundo

Así será la alimentación del futuro (elconfidencial.com)

Así será la alimentación del futuro y estos serán sus líderes (foodretail.es)

¿Qué comeremos en 2050? (ifad.org)

¡Coman granos! Mira los atributos que los ubican como un alimento saludable

Combatientes activos contra el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, ricos en fibra, promotores de carbohidratos complejos, vitaminas y minerales., estos nutrientes son tan poderosos y esenciales para los seres humanos, como lo es el agua.

Los granos son semillas compuestas de diferentes cereales y legumbres como garbanzos, trigo, maíz, centeno, avena, soya, lentejas, arroz y cebada. Dicha variedad le otorga una poderosa fuente de nutrientes, cuyo consumo aporta múltiples beneficios a la salud, además de ser parte importante de una dieta balanceada.
En Revista Sabores queremos resaltar el poder de este alimento, de popularidad mundial, que no siempre fue vinculado a salud como en los tiempos recientes. En esencia, el grano entero se compone de tres partes: el salvado, el germen y el endospermo. El salvado es la capa externa rica en fibra que suministra vitaminas B, hierro, cobre, zinc, magnesio y antioxidantes.
A su vez, el germen es el núcleo de la semilla rico en grasas sanas, vitaminas B y E, y fitoquímicos. Finalmente, el endospermo es la capa interior que contiene carbohidratos, proteínas y pequeñas cantidades de minerales, además de vitamina B.
Cuando se revisa a fondo sobre los granos lo más importante que se consigue sobre ellos, es su capacidad para reducir riesgos de sufrir enfermedades del corazón, diabetes, y cánceres gastrointestinales. Además, al ser ricos en fibra contribuyen a sentirte lleno y satisfecho, lo que hace más fácil mantener un peso corporal saludable.


Beneficios: uno a uno

Son sinónimo de dieta balanceada. Aportan carbohidratos complejos, vitaminas y minerales claves, sobre todo legumbres y cereales integrales. Como se mencionó, disminuyen el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
Los granos integrales y las legumbres suelen ayudar a reducir el colesterol total, el colesterol de baja densidad, los triglicéridos y la hipertensión arterial, y todos esos beneficios mezclados disminuyen las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
Incluir al menos dos porciones de cereales integrales y legumbres en tu dieta diaria contribuye a reducir el riesgo de diabetes tipo 2. La fibra y su aporte de vitamina E, magnesio, selenio y antioxidantes pueden mejorar los niveles de insulina y ayudar a prevenir los niveles altos de azúcar en la sangre, sirviendo también como importante dieta para la gastritis.
Los granos aportan un efecto protector sobre el cáncer, porque lo retrasan y previenen. Especialmente, muestran un efecto protector contra el cáncer colorrectal, uno de los tipos de cáncer más comunes, disminuyendo el riesgo de su desarrollo y la misma historia aplica para el cáncer de estómago y otros cánceres gastrointestinales.
La fibra dietética de los granos favorece una buena digestión porque da volumen a las heces y les permite tener un mejor tránsito reduciendo el estreñimiento. Por si fuera poco, actúa como probiótico al alimentar las bacterias intestinales buenas que son esenciales para la salud digestiva.
Los granos contribuyen también con un peso corporal saludable por lo anteriormente explicado. Incluso, comer tres porciones al día se relaciona con un menor índice de masa corporal (IMC), menor consumo de energía y menor acumulación de grasa abdominal.
Por si fuera poco, ayudan a reducir la inflamación crónica porque reduce las probabilidades de sufrir afecciones como la enfermedad de Crohn, artritis, asma, y fibrosis quística, entre otras.


Los enteros son aún mejores

De acuerdo al Whole Grains Council, la cantidad de consumo recomendada por persona es de 6 onzas diarias. Esa cifra, es el resultado de la concientización acerca de sus beneficios, lo que está contribuyendo al aumento en el consumo.
Melissa Franco, doctora en el Baptist Health Primary Care, señala “los granos enteros tienen muchos nutrientes que son importantes para muchos aspectos de un cuerpo saludable, incluyendo huesos fuertes y un sistema inmunológico estable”. La especialista agregó que la gran cantidad de fibra, puede ayudar a la gente a bajar de peso y a prevenir el estreñimiento”.
“Abastézcase de arroz integral, arroz silvestre, cebada, avena, quinua, pasta de trigo entero y pan de trigo entero”, asegura a su vez Alice Pereira, dietista registrada con Baptist Health South Florida. Sugiere Pereira, poner mucha atención a las etiquetas de los alimentos y asegurarse de chequear la lista de ingredientes o buscar las palabras “whole” o “whole grains”, que significa “granos enteros”.
El consumo de los granos enteros es muy importante para las mujeres embarazadas, ya que le aportan una muy buena cantidad de ácido fólico. Un elemento que resulta indispensable para el organismo y especialmente durante la gestación, pues previene problemas en la formación del tubo neural durante el desarrollo del feto.
Un grano entero es aún más beneficioso que uno en estado natural, pues consisten de una semilla separada de una o más de sus capas y eso se traduce en más nutrientes. La invitación de los especialistas es cambiar un producto refinado por un producto de granos enteros. Un ejemplo podría ser comer pan de trigo entero en vez de comer pan blanco.
También puede probar el arroz integral o la pasta de trigo entero. El relleno de arroz integral en los pimientos, tomates al horno o los macarrones de trigo entero en el plato de macarrones con queso, son opciones recomendables. Use granos enteros en los platos mixtos como sopas, guisos de vegetales o cebadas.
Una última recomendación es que pruebe un grano entero sin endulzar como cereal para el desayuno, o como algo crujiente en una ensalada en lugar de las galletas posterior a una sopa.


Historia y popularidad

Existe evidencia de la presencia de los granos en la alimentación de las personas desde hace al menos 10 mil años. Desde el maíz en México, el arroz en Asia, o el trigo en Medio Oriente. Los cereales son empleados para elaborar gran cantidad de productos como arepas, tortilla, pan, cereales, pastas, galletas, y bizcochos entre otros.
Los granos provienen de la familia de las plantas gramíneas, algunos tienen semillas comestibles como el maíz, la avena, arroz, cebada. Otros como quinoa, amaranto, y trigo sarraceno son “pseudocereales” pues vienen de semillas de flores.
Pero más allá de sus beneficios para la salud, lo que hace popular a los granos son otras características como la asequibilidad, pues aportan varios nutrientes a bajo costo y esto los hace disponibles para la mayor parte de la población. De igual manera, son versátiles en cuánto a sabor y diversas preparaciones que permiten hacer.

También son sustentables, pues emplean menos recursos naturales para su producción en comparación con otros alimentos, y como dato extra están disponibles, porque pueden almacenarse por largos periodos de tiempo en su estado natural.

Referencias:

https://baptisthealth.net/es/baptist-health-news/benefits-eating-whole-grains-infographic

https://www.kelloggs.com.mx/es_MX/content/articulos/el-poder-de-los-granos/el-poder-de-los-granos.html

https://mejorconsalud.as.com/que-beneficios-aportan-los-granos-enteros-a-nuestro-organismo/