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¡Coman granos! Mira los atributos que los ubican como un alimento saludable

¡Coman granos! Mira los atributos que los ubican como un alimento saludable

Combatientes activos contra el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, ricos en fibra, promotores de carbohidratos complejos, vitaminas y minerales., estos nutrientes son tan poderosos y esenciales para los seres humanos, como lo es el agua.

Los granos son semillas compuestas de diferentes cereales y legumbres como garbanzos, trigo, maíz, centeno, avena, soya, lentejas, arroz y cebada. Dicha variedad le otorga una poderosa fuente de nutrientes, cuyo consumo aporta múltiples beneficios a la salud, además de ser parte importante de una dieta balanceada.
En Revista Sabores queremos resaltar el poder de este alimento, de popularidad mundial, que no siempre fue vinculado a salud como en los tiempos recientes. En esencia, el grano entero se compone de tres partes: el salvado, el germen y el endospermo. El salvado es la capa externa rica en fibra que suministra vitaminas B, hierro, cobre, zinc, magnesio y antioxidantes.
A su vez, el germen es el núcleo de la semilla rico en grasas sanas, vitaminas B y E, y fitoquímicos. Finalmente, el endospermo es la capa interior que contiene carbohidratos, proteínas y pequeñas cantidades de minerales, además de vitamina B.
Cuando se revisa a fondo sobre los granos lo más importante que se consigue sobre ellos, es su capacidad para reducir riesgos de sufrir enfermedades del corazón, diabetes, y cánceres gastrointestinales. Además, al ser ricos en fibra contribuyen a sentirte lleno y satisfecho, lo que hace más fácil mantener un peso corporal saludable.


Beneficios: uno a uno

Son sinónimo de dieta balanceada. Aportan carbohidratos complejos, vitaminas y minerales claves, sobre todo legumbres y cereales integrales. Como se mencionó, disminuyen el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
Los granos integrales y las legumbres suelen ayudar a reducir el colesterol total, el colesterol de baja densidad, los triglicéridos y la hipertensión arterial, y todos esos beneficios mezclados disminuyen las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
Incluir al menos dos porciones de cereales integrales y legumbres en tu dieta diaria contribuye a reducir el riesgo de diabetes tipo 2. La fibra y su aporte de vitamina E, magnesio, selenio y antioxidantes pueden mejorar los niveles de insulina y ayudar a prevenir los niveles altos de azúcar en la sangre, sirviendo también como importante dieta para la gastritis.
Los granos aportan un efecto protector sobre el cáncer, porque lo retrasan y previenen. Especialmente, muestran un efecto protector contra el cáncer colorrectal, uno de los tipos de cáncer más comunes, disminuyendo el riesgo de su desarrollo y la misma historia aplica para el cáncer de estómago y otros cánceres gastrointestinales.
La fibra dietética de los granos favorece una buena digestión porque da volumen a las heces y les permite tener un mejor tránsito reduciendo el estreñimiento. Por si fuera poco, actúa como probiótico al alimentar las bacterias intestinales buenas que son esenciales para la salud digestiva.
Los granos contribuyen también con un peso corporal saludable por lo anteriormente explicado. Incluso, comer tres porciones al día se relaciona con un menor índice de masa corporal (IMC), menor consumo de energía y menor acumulación de grasa abdominal.
Por si fuera poco, ayudan a reducir la inflamación crónica porque reduce las probabilidades de sufrir afecciones como la enfermedad de Crohn, artritis, asma, y fibrosis quística, entre otras.


Los enteros son aún mejores

De acuerdo al Whole Grains Council, la cantidad de consumo recomendada por persona es de 6 onzas diarias. Esa cifra, es el resultado de la concientización acerca de sus beneficios, lo que está contribuyendo al aumento en el consumo.
Melissa Franco, doctora en el Baptist Health Primary Care, señala “los granos enteros tienen muchos nutrientes que son importantes para muchos aspectos de un cuerpo saludable, incluyendo huesos fuertes y un sistema inmunológico estable”. La especialista agregó que la gran cantidad de fibra, puede ayudar a la gente a bajar de peso y a prevenir el estreñimiento”.
“Abastézcase de arroz integral, arroz silvestre, cebada, avena, quinua, pasta de trigo entero y pan de trigo entero”, asegura a su vez Alice Pereira, dietista registrada con Baptist Health South Florida. Sugiere Pereira, poner mucha atención a las etiquetas de los alimentos y asegurarse de chequear la lista de ingredientes o buscar las palabras “whole” o “whole grains”, que significa “granos enteros”.
El consumo de los granos enteros es muy importante para las mujeres embarazadas, ya que le aportan una muy buena cantidad de ácido fólico. Un elemento que resulta indispensable para el organismo y especialmente durante la gestación, pues previene problemas en la formación del tubo neural durante el desarrollo del feto.
Un grano entero es aún más beneficioso que uno en estado natural, pues consisten de una semilla separada de una o más de sus capas y eso se traduce en más nutrientes. La invitación de los especialistas es cambiar un producto refinado por un producto de granos enteros. Un ejemplo podría ser comer pan de trigo entero en vez de comer pan blanco.
También puede probar el arroz integral o la pasta de trigo entero. El relleno de arroz integral en los pimientos, tomates al horno o los macarrones de trigo entero en el plato de macarrones con queso, son opciones recomendables. Use granos enteros en los platos mixtos como sopas, guisos de vegetales o cebadas.
Una última recomendación es que pruebe un grano entero sin endulzar como cereal para el desayuno, o como algo crujiente en una ensalada en lugar de las galletas posterior a una sopa.


Historia y popularidad

Existe evidencia de la presencia de los granos en la alimentación de las personas desde hace al menos 10 mil años. Desde el maíz en México, el arroz en Asia, o el trigo en Medio Oriente. Los cereales son empleados para elaborar gran cantidad de productos como arepas, tortilla, pan, cereales, pastas, galletas, y bizcochos entre otros.
Los granos provienen de la familia de las plantas gramíneas, algunos tienen semillas comestibles como el maíz, la avena, arroz, cebada. Otros como quinoa, amaranto, y trigo sarraceno son “pseudocereales” pues vienen de semillas de flores.
Pero más allá de sus beneficios para la salud, lo que hace popular a los granos son otras características como la asequibilidad, pues aportan varios nutrientes a bajo costo y esto los hace disponibles para la mayor parte de la población. De igual manera, son versátiles en cuánto a sabor y diversas preparaciones que permiten hacer.

También son sustentables, pues emplean menos recursos naturales para su producción en comparación con otros alimentos, y como dato extra están disponibles, porque pueden almacenarse por largos periodos de tiempo en su estado natural.

Referencias:

https://baptisthealth.net/es/baptist-health-news/benefits-eating-whole-grains-infographic

https://www.kelloggs.com.mx/es_MX/content/articulos/el-poder-de-los-granos/el-poder-de-los-granos.html

https://mejorconsalud.as.com/que-beneficios-aportan-los-granos-enteros-a-nuestro-organismo/

La arepa: manjar americano que traspasa fronteras

Se ha convertido en un alimento tan importante y popular que el debate entre Venezuela y Colombia por su origen, ya ha pasado a un segundo plano. Lo cierto es, que su variedad y alcance la ubican como una de las comidas predilectas en el continente.

Es difícil determinar de donde son las arepas. Los venezolanos aseguran que son una invención propia, y lo mismo manifiestan los colombianos. Sin embargo, al resto de los latinoamericanos poco les importa ese detalle, porque este alimento se ha expandido tanto con la migración de ambos países, que ya es un platillo regional que seguro usted puede encontrar en cualquier establecimiento o casa de los países del área.

De hecho, la cultura gastronómica de ambas naciones cuenta con este alimento en su dieta desde el periodo prehispánico hasta hoy, en pleno siglo XXI. Lo primero que se debe identificar es que las arepas están hechas de maíz, una planta indígena oriunda “de la América tropical”, de acuerdo a la Real Academia Española, y que es la base alimentaria del continente prehispánico, para hacer una analogía es como el trigo en Europa o el arroz en Asia.

En lo que respecta a la palabra, la etimología de la misma conduce a los indígenas cumanagotos que decían “erepa” para nombrar al maíz y que posteriormente derivó en “arepa”, de acuerdo a lo escrito por el historiador venezolano Miguel Felipe Dorta en su libro ¡Viva la arepa!.

De invención a tradición

Año 1492, Cristóbal Colón descubre el continente americano. En aquella época, los cronistas y datos arqueológicos indican que la arepa ya existía y que los indígenas la preparaban con el “grano dorado” que les permitía moldearla en formas plana y redonda.

“En el caso nuestro, los primeros registros de la arepa son después del tercer viaje de Cristóbal Colón, después de 1498, fecha en la cual llegó por primera vez a tierra firme al pisar las costas orientales de Venezuela, especialmente las costas de Paria”, dijo Ocarina Castillo, antropóloga de la Universidad Central de Venezuela y autora del libro “Los panes de esta tierra”.

La mencionada antropóloga explica que la arepa existe desde antes que existieran nuestros países, cuando no había límites ni sociedades. Por ende, estamos hablando de un manjar ancestral

El antropólogo colombiano Weildler Guerra Curvelo, quien fue gobernador de La Guajira, señaló a su vez que la arepa se consumía en la región incluso antes de la existencia de fronteras. “Estamos hablando de un alimento de miles de años, encontrado por los españoles aquí, y que tenía siglos. Era el alimento básico de los indígenas”.

Diáspora culinaria

Según Castillo, el interés por demostrar quién es el inventor de la arepa, es una tendencia del momento y está estrechamente vinculada a la diáspora venezolana. De acuerdo a los datos oficiales de Migración Colombia, esta nación ha acogido el mayor número de migrantes venezolanos en el mundo, con una cifra estimada de 2.48 millones.

En Venezuela se puede disfrutar de la arepa frita, la andina, y la variedad de rellenos siendo uno de los más pintorescos la reina pepeada, mientras que en Colombia resaltan la de maíz morado, la de maíz amarillo o la de huevo, que es la tradicional de la costa. Un debate de nunca acabar, pero lo que no es debate y si es una certeza, es que estas dos naciones no son los únicas que consumen el producto.

El origen de la arepa también pierde fuerza ante la función que cumplen en cada uno de estos dos países, pues en Colombia son más utilizadas como “acompañantes” o entradas a platos principales. Es normal que se sirvan arepitas o arepas pequeñas, para acompañar un caldo, un chocolate o un plato de lechona.

En el caso de Venezuela, si tiene mucho peso como platillo principal y sobre todo con relleno. “Tú te comes una arepa en Venezuela, que tenga carne mechada, que tenga queso amarillo y te estás comiendo una ‘pelúa’, o te puedes comer una rumbera que es pernil de cochino con queso amarillo”, indicó Ricardo Estrada Cuevas, autor de la publicación “Arepólogo”, sobre la característica principal de la arepa en su país.

La arepa es el medio que une y potencia a la cocina latinoamericana, es como un puente para acercar a tantos migrantes, precisamente de dos naciones que ven con frecuencia partir a otras tierras a muchos de sus nativos. Es un vínculo para comer y conversar a cualquier hora del día, bajo cualquier clima, con diferentes preparaciones y rellenos, y por supuesto, con diversos sabores.

Expansión

En las calles de Bogotá y en las ciudades de todo el mundo hay puestos callejeros y restaurantes por doquier en el que sirven arepas, incluso es usual ver intercambiar rellenos tradicionales por sabores locales como un guiño a sus países adoptados. “Para nosotros, la arepa representa a Venezuela”, dice Alejandra Castro, quien abrió un negocio de arepa en Buenos Aires (Argentina) hace más de un año. “Es nuestra cultura, nuestro pan de cada día. Lo que uno más extraña y anhela es una arepa”.

También es conocida como tortilla o changa en Centroamérica, principalmente México y Panamá. Más allá de sus variaciones, la arepa es una masa redonda, plana, con aspecto de tortilla gruesa, que se pueda cocinar a la plancha, frita, o al horno, que también se puede comer abierta, o usándola como base para combinarla con distintos ingredientes, como unos taquitos mexicanos, por ejemplo.

La década de los 60 modificó el modo de preparación de este populoso platillo, gracias a la llegada de la harina de maíz precocido. Eso simplificó y aceleró el proceso de elaboración pues hizo innecesario remojar y/o moler el maíz. Como se mencionó previamente, se puede comer en el desayuno o la cena, e incluso también en el almuerzo y por eso, siempre será un buen momento para degustar una arepa.

En conclusión, es muy común ver puestos de ventas de arepas venezolanas en Argentina, Chile, México, como también contar fábricas de arepas colombianas en Estados Unidos, las cuales fueron vendidas por Disney en su película Encanto como un alimento con “poder curativo”, y no por ser medicinal, sino por la tradición familiar. Una tradición que derriba orígenes, debates, o formas de pensar y tiene la capacidad de penetrar en cualquier cocina del nuevo continente.

Referencias:

https://www.vozdeamerica.com/a/la-arepa-venezolana-o-colombiana-/7039427.html

https://www.colombia.co/cultura-colombiana/gastronomia/tipos-y-origen-de-las-arepas-colombianas/

https://cnnespanol.cnn.com/2023/09/09/origen-arepa-colombiana-venezolana-orix/