El dulce es casi imprescindible en las cenas de Navidad y Año Nuevo, y es una máxima que no solo se aplica en nuestra región sino también en el viejo continente, cuna de preparaciones con dulzor milenario, que en muchas ocasiones han traspasado las fronteras hacia otros lugares del mundo.
Por su larga historia, es Europa la cuna de muchas cosas en el planeta y en diferentes áreas. En el caso de la cocina, y más específicamente de los postres, no es la excepción por lo que es un ejercicio muy atractivo acercarse a conocer muchas de sus delicias en estos días de Navidad y finales de año y ¿por qué no? Intentar prepararlos en casa.
Uno de los países que más destaca en este apartado es Italia, que posee una variedad notable de dulces para acompañar las cenas de 24 y 31 de diciembre. Desde el ampliamente conocido en América Latina Panettone hasta el inolvidable turrón. El país de ‘la bota’ se puede jactar de esta cualidad culinaria, razón por la que se iniciará el recorrido con sus postres.
La delicia del Pandoro
Muy típico en Navidad y procedente de Verona. Deriva claramente del veneciano “pan de oro”, aquel que era servido en los hogares más pudientes de la pequeña isla. Su forma característica de ocho puntas fue diseñada por un pintor impresionista, llamado Angelo Dall” Oca Bianca, y luego patentada por Domenico Melegatti, propietario de una confitería.
La mezcla de mantequilla con vainilla le han permitido competir por el primer lugar de preferencia con el ya universal Panettone. La diferencia pudiera ser, el azúcar glass, elemento imprescindible en este platillo para su adorno, por lo que no utiliza cremas ni frutas confitadas, un ingrediente muy importante en los postres de esta época.
Clásico Panettone
La región lombarda reclama el primer lugar de preferencia por ser los creadores de esta delicia internacional que se puede elaborar de forma artesanal. El producto sale de una fina preparación que lleva harina, azúcar, huevos y mantequilla para la masa, y que posteriormente se rellena de frutas confitadas, principalmente naranja y cítrico. Se compone de nueces, almendras, y demás ingredientes que varían según la nación. Se le pude agregar un toque de licor con Bailey.
¿Turrón? ¡wow!
Los turrones son imprescindibles en las sobremesas italianas. Existen blandos, como el famoso turrón de Cremona, y duros. Los italianos lo consumen en bandejas con dátiles rellenos e higos, y es un producto muy calórico que resulta de la almendra tostada con el azúcar hasta convertirse en una crema suave a la que se le puede añadir limón y canela. Su nombre es alusivo al molino de piedra que tritura las almendras.
Alemania
El país más poderoso de Europa Central tiene para ofrecer las galletas springerle con relieves intrincados y una abrumadora tradición de 500 años. Su apariencia se forja en moldes de madera tallados a mano y que usualmente son réplicas de piezas antiguas y es eso lo que le otorga un don especial a este postre. Su textura es similar a la de una pasta mantecosa con sabor a anís. Las hay de diferentes colores, blancas, crema y marrones.
Austria
Muy cerca de Alemania, en Austria, está la Tarta Linzer. Creada por el pastelero Johann Konrad Vogel en1822 cuando se llevó consigo hasta la capital de la Alta Austria la ‘Masa Linzer’. Es un emblema gastronómico que hace de las delicias de los más golosos con una delicada confitura de frambuesa y una masa perfumada con canela y clavo. La pasta y los cereales también pueden ser claves en su preparación. Su apariencia muestra unas trenzas cruzadas.
India
Aunque no es Europa, vale la pena hablar de este singular postre internacional. El Gulab Jamun es originario de la India. Fácil, original, de fuerte sabor y con exóticos aromas perfectos para poner el broche de oro a un festín con platos menos tradicionales.
Tiene una fuerte influencia británica y se recomienda sobre todo a los amantes de los sabores especiados pues contiene leche condensada evaporada y harina freída en aceite que luego se complementa con almíbar, azúcar, agua de rosas, cardamomo y hebras de azafrán.
Dinamarca
Risalamande, jamás olvidarás ese nombre por difícil que parezca aprendérselo. Es un postre que atesora las más arraigadas tradiciones culinarias de este país escandinavo. Es imprescindible en los almuerzos del Julefrokost (Comida vespertina de Navidad). Lo mejor que tiene es su preparación práctica y sencilla que se fundamenta en arroz, leche, azúcar, almendras y crema.
Otro valor agregado que tiene es que se puede servir frío, al estilo del arroz con leche, solo que cubierto con cerezas ácidas en almíbar, y también tibio, pero en ese caso la tradición reza que debe ser cubierto con canela y mantequilla. Su aspecto es muy similar a las fresas con crema que se venden en Venezuela.
España
El Roscón de Reyes se come el 6 de enero, Día de Reyes, bien sea con o sin relleno (al gusto de cada quien). Se trata de un esponjoso bollo decorado con frutas escarchadas que proviene de la tradición del calendario cristiano y la fiesta romana de los esclavos.
En la nación ibérica también están los aguardentaos murcianos un dulce navideño típico de la Región de Murcia, tan simple como exquisito. Es una composición de aceite quemado con limón, harina escaldada, anís, azúcar y canela. Una modesta receta de antaño capaz de quedar por siempre en el paladar de sus comensales.
Francia
Durante el siglo XIX un pastelero parisino se inspiró en el ritual de la víspera de Navidad de quemar un tronco en el fuego y a partir de allí inició la historia de este bizcocho enrollado y relleno de crema de mantequilla de chocolate, que no puede faltar en las mesas navideñas francesas. El Tronco de Navidad o Búche de Noél, además, se decora con abundante choocolate y azúcar espolvoreada.
Irlanda
En el Reino Unido, específicamente en Irlanda existe el Pudín de ciruelas, otro plato que se ha expandido a diferentes regiones del mundo y que se basa en muchos de los ingredientes mencionados para otros postres como harina de repostería, leche, huevos, vainilla, nuez moscada, polvo de hornear, azúcar, margarina, limones, sal, y ciruelas.
Suiza y Croacia
Nada como una dorada y alimonada mantecosa Mailanderli para endulzar la Navidad en la elitesca Suiza. Típicas galletas con formas de arbolito de Navidad, así como otras figuras, valga decir: campanas, corazones y estrellas.
En Croacia, está el Fritule. Son buñuelos, pero en versión Europa del este dulces y redondos con una masa nativa de levadura a la que se le agregan huevos, harina, leche, mantequilla y azúcar. Tiene la capacidad de adaptarse a variedades con pasas, manzana rallada y yogurt. Hay quienes le añaden brandy. Es como un donut en miniatura.
Referencias:
https://www.traveler.es/galerias/mejores-postres-navidenos-europa
https://www.hola.com/cocina/noticiaslibros/galeria/20221219222993/postres-tipicos-nanvidad-europa/1/